Resumen:
Con el número de visitantes en alza a la Antártica, la tierra libre de hielo necesita una mejor y mayor protección de las actividades humanas.
La Antártica recibe anualmente más de 40 mil visitantes, y cada vez se están construyendo más instalaciones de investigación en la pequeña zona libre de hielo del continente. La mayor parte de la fauna y flora antártica viven en esas zonas, y este es también el lugar que la gente más visita.
Los sectores sin hielo contienen ecosistemas muy frágiles, esto debido a la escasa diversidad de especies de la Antártica, y esto hace que su vida silvestre y plantas nativas sean extremadamente vulnerables a la irrupción de especies invasoras.
La Antártica ha sido invadida por flora y fauna, en su mayoría hierbas e insectos, de otros continentes. Las amenazas reales actuales y futuras de invasiones se encuentran normalmente cerca de las áreas protegidas dentro de la Antártica.
Muchas de las Islas Subantárticas están protegidas, son Patrimonio de la Humanidad y un número de islas están cubiertas por una serie de proyectos de conservación tales como los programas de erradicación de ratas.
Este tipo de amenazas de especies invasoras a las áreas protegidas, con el consiguiente riesgo de destrucción de la fauna y flora originarias, han sido un fenómeno en otras partes del mundo, y lamentablemente la Antártica, no es la excepción.