Resumen:
En un principio la antártica era considerada un paraíso helado, cristalino y puro,
actualmente a pesar de considerarse el continente más prístino del planeta, la
antártica no se encuentra exenta de contaminación.
“La actividad humana en el Continente Blanco se restringe a pocos lugares que
cuentan con asentamientos permanentes, todos ellos bajo el control del
Sistema del Tratado Antártico y el cumplimiento de las estrictas normas que
éste impone a sus adherentes, entre ellos Chile”. (INACH, 2012)
Dentro del continente blanco se encuentran en funcionamiento proyectos para
disminuir la concentración de contaminantes, los cuales afectan a las aguas
antárticas y suelos antárticos.
Al existir constantes estudios y mediciones en el territorio antártico por parte de
no solo una nación si no que muchas, se vio la necesidad de generar ciertas
normativas y protocolos para proteger este territorio y mantener su pureza en
su mayor porcentaje. Es así como nace el Protocolo de Montreal, el tratado
antártico, entre otros.